¡Baby shower!!!



Bueno, mira, ahorita que tengo algo de tiempo te platico rápido, la verdad es que estuvo muy divertido y la pasamos muy bien. Jessy no quiso subir las fotos, por eso te las mando a tu correo y te vas a reír mucho, sobre todo con los videos. 

Le hicimos los juegos normales de baby shower. Al muñeco le pusimos Gerber en el pañal como si fuera popó y como Jessy estaba con los ojos cerrados pues se embarró y no sabía qué era, ella muerta de la risa. De los videos, los más chistosos son donde se dan de comer Héctor y Jessy el uno al otro, ya que como están con los ojos vendados y son medio tramposos, pues yo les agarré la cabeza y no faltaba una mano caritativa que le moviera la mano al que estaba dando de comer y Jessy terminó con Gerber de fruta hasta el ombligo, y Héctor también todo embarrado de la ropa, pero ni modo, sobre aviso no hay engaño, yo le pregunté a Jessy si iba a aguantar y me dijo que sí, estuvo muy contenta y se ve preciosa con su panza, además de que está muy bonita, qué quieres, soy mamá cuervo. 

La niña ya se mueve pero no mucho, al menos no tuvimos mucha suerte cuando Jessy decía que se estaba moviendo y le tocábamos la panza, pero yo espero que ahora para Navidad ya podamos sentir cuando se mueve.

El juego del pañal es hacer con una sábana un dizque pañal y a la persona que se descuide y cruce las piernas o los brazos se lo tiene que poner, y debe estar al pendiente cuando se descuide alguien más y dárselo para que se lo ponga. En una de esas mi mamá se descuidó y le tocó ponérselo, Mariné le tomó varias fotos y ve las caras que hace, también estuvo muy contenta. 

Los otros fueron jueguitos normales de adivinar palabras y esas cosas, medir la panza con papel de baño, y hay otro video donde le enredé papel de baño a varias personas en la cabeza, brazos y piernas, y Jessy lo tenía que ir desenredando, no se le rompió ni una sola vez así que no hubo castigo. 

Luego le pintaron la carita del bebé en su panza, pero como fue con los ojos cerrados pues ya sabes, un ojo le quedó más arriba que el otro, alguien le puso unos chinos, sus orejas con aretes, etc. 

Y el último fue que al adivinar quién le había llevado tal regalo y qué era, si Jessy no sabía le podían pintar en la cara lo que quisieran, y ya verás cómo quedó de pintarrajeada, hasta con bigotes y lentes.

Héctor cocinó un alambre, pasta y ensalada, aunque tuvo tres \”pinches\” que le ayudaron mucho (Mariné, mi mamá y yo), así que terminamos a tiempo cuando iba llegando la gente.

Les mando un abrazo a todos y ojalá puedas ver después las fotos y los videos, espero que hayan pasado bien. Y bueno, por supuesto que Aranza, Jessy y yo te damos las gracias nuevamente por el regalo, cuando decidan qué es lo que quieren que les compre yo te aviso. 

Besos a todos por allá,

la abuela Blanca.

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